Hace unos años lo común era marcar debajo de los botones de las vitrocerámicas con plomo líquido. Suele aguantar bastante bien el paso del tiempo, pero siempre puede despegarse alguna marca. Que fue lo que nos pasó al poco de comprarnos el piso. Imagino que el que nos pusieron llevaba tiempo abierto. Puede ponerse de algún color o transparente. Si elegís el transparente acordaos de avisar a las visitas que no lo sepan, no vayan a pasar la bayeta con tanto ímpetu que dejen la vitro tan limpia que se lleven las marcas.
Fue entonces cuando nos enteramos que mediante los TR, (técnicos de rehabilitación de la ONCE), si les indicamos el modelo de electrodoméstico que queremos adaptar, contactan con el CTI para preguntar si ya lo tienen en su base de datos de algún otro usuario que lo haya solicitado. Si lo tienen registrado el proceso es más rápido.
Sino tienen el modelo disponible, los TR pueden calcar una plantilla en papel vegetal. La envían al CTI y un pasadas unas semanas nos la hacen llegar impresa en 3D.
Cuando la recibimos vasta con colocarla encima del reborde de la vitrocerámica y tendremos los agujeros con la anchura y forma del botón físico para poner el dedo. Lo bueno de la plantilla es que al ser de plástico grueso no se hacen faltas pulsaciones, a parte del domicilio principal puede venir bien tenerla en sitios donde cocinamos ocasionalmente o no es nuestra casa habitual. La parte negativa es que se ensucia pero es muy sencillo limpiarla.
Normalmente usamos la vitrocerámica directamente sin la plantilla. Pero cuando se nos suelta alguna marca sacamos el molde del cajón y podemos seguir cocinando hasta que nos la vuelven a marcar.
Esto puede venir bien para otros electrodomésticos con pantallas táctiles que siempre tengan la botonera en la misma posición. Al ser en 3D supongo que si tienen una pequeña curvatura se podría adaptar el molde hasta cierto punto.
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