Antes de que sigas leyendo, aclararte que esto que voy a contarte fue fruto de un sueño. Lo tuve justo cuando iba hacer una visita a la familia. Imagino que aquel día el subconsciente estaba excesivamente creativo…
Todo el escenario pasaba en la estación de Alicante. Cuando me dirigía al tren le comentaba al trabajador que me llevaba de las asistencias (este servicio está disponible para cualquier persona que pueda necesitarlo), que cada día el precio de los billetes estaba más caro. Entonces me explicaba que justamente estaban implantando un sistema para que dependiendo de la cantidad de paquetes que transportases contigo, al llegar a la ciudad de destino te descontaban esa parte proporcional del billete.
El importe por paquete dependía del volumen y peso total que transportases. Cuanto mayor fuese, más pagaban.
Le comenté que aquello me interesaba mucho. Así que antes de subir al tren me acompañó al departamento que se encargaba de dar ese servicio. ¡Quería transportar conmigo el máximo de paquetes posible!
Al llegar me enseñaron los distintos paquetes que podía elegir transportar conmigo. Habían sobres, cajas de tamaño pequeño y otras enormes. Como suelo viajar con mochila decidí coger únicamente sobres. Los de tipo carta y los de tamaño de una hoja A3.
Por cada sobre transportado me descontaban 0,20€, así que decidí llevarme unos 50, para que me descontasen 10€.
La verdad que el sistema estaba bastante bien pensado, porque tenías que dejar una fianza del doble en la estación de origen. Es decir 20€ por anticipado.
Antes de salir cargado con los sobres me hicieron saber que tenía que cambiar de vagón para controlar que esos sobres no se perdían. Además, me pusieron un distintivo en la maleta para que todos los trabajadores tuviesen controladas a las personas que llevaban paquetes.
La verdad que aquí la imaginación estaba desbocada, me pusieron en un vagón con una especie de barras en cada asiento como las que suelen poner en los parques de atracciones que impide que salgas despedido. Así evitaban que pudieses coger paquetes del resto de pasajeros.
La tripulación era la encargada de traerte cualquier cosa de la cafetería que necesitases. Y cuando querías ir al baño tenías que avisar con un pulsador y te esperaban en la puerta.
Y finalmente, en la estación de destino nada más abrirse las puertas nos estaban esperando para llevarnos a una sala. En ella pasaban todos los sobres por una cinta. Al comprobar que no faltaba ningún paquete te devolvían la fianza y el valor de los paquetes transportados. En mi caso los 20€ de fianza + 10€ de los sobres.
Después de todo esto, por fin, ya eras libre. La verdad, no sé si tanto jaleo compensaban esos 10€, pero el sueño curioso fue un rato.
El 9 de Diciembre de 2023 me he encontrado esta noticia: Antonio Medina crea el ‘Blablacar’ de los paquetes: los tuppers de tu madre de Sevilla a Madrid en 5 horas. Me llama la atención que una idea de estas que puedes considerar anecdótica o graciosa, otra persona acabe dándole forma.
Además, por las fechas que se mencionan en el artículo debió empezar a desarrollarla más o menos cuando tuve el sueño.
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