Buenas, la verdad es que me sorprende estar escribiendo por este blog de nuevo. Sabía que lo tenía abandonado, y que en algún momento de mi vida lo volvería a retomar.
La verdad es que estas noches en las que acaba de llover, es como que se me van todas esas ideas que impiden que me ponga a escribir, que aunque no acabe de saber bien como va a acabar esta entrada, me pongo a picar en el teclado del portátil, y a improvisar, que aunque a veces es inperfecto lo que sale, sale espontaneo y siempre puedo editar luego lo que escriba.
Hace un par de días, en una lista de correo dedicada a los perros guía, un chico hablaba de que no sabía si irse a la playa con su perro, si dejarlo en el hotel, si lo pasaría bien y demás.
Lo cierto es que me recordó a mi primer año con Mike, esos mismos sentimientos, esos mismos miedos, esas inseguridades.
Miedos a que ese plan que tienes en un momento dado influyan con la unidad, que la adaptación se vea perjudicada por dicho plan…
También sientes que estás aciendo menos de lo que tu perro es capaz de hacer. Ves que tu perro tiene mas energía para quemar de la que le estás haciendo usar. En pocas palabras, que la unidad va a medio gas.
Ppiensas que en aquellos días en los que estuviste en la escuela con tu compañero y cada día te sorprendías porque tu perro hacía lo que los instructores tenían preparado para los dos. Y cada día, como dos personas que trabajan en equipo, y además tienen la voluntad de hacerlo desde ese momento, hasta que alguna circunstancia de la vida obliguen a parar, siempre superáis, y a veces por encima de lo previsto, los retos que proponen los instructores.
Una vez piensas eso, ves que no está yendo todo lo bien que podría ir. Entonces o te pones a proponerte nuevos retos, primero en solitario y luego afrontándolos con mas gente. O llamas a la escuela para pedir consejo.
Para mi, en cuanto tomas la decisión, es cuando te das cuenta de que otra vez vuelves a sentir lo que notabas al estar en la escuela, ese sentimiento de que os echen lo que os echen, estais codo con codo para superarlo, a veces tiras tu, a veces tu compañero… Como en cualquier relación sana, vamos. Pero en este caso, con unn valor menos, o mas, según se mire. Entre vosotros, no hay comunicación verbal. Bueno, si que la hay en cierta manera, pero es en una dirección. ¿quizá sea este el secreto de el resto de relaciones, con familia, pareja, amigos?…
¡Perdón, que me disperso! Es lo que tiene estar tanto tiempo sin ponerse a escribir, que fluyen y fluyen las ideas 🙂
Como iba diciendo, cada vez te sientes mejor al ver que tu compañero está para lo que le echen, siempre está a la altura de lo que se le pide. Incluso a veces, salen retos que no sabías que estaban ahí, y te sorprende.
Un ejercicio que va genial, para ver todo lo que se avanza con el perro, es hacer una ruta que en un principio no has echo con bastón, solo la has echo con el perro. Entonces, si ese día pruebas a coger el bastón…. aunque lleves al perro en junto, se ve todo lo que se ha avanzado.
Es un proceso extraño, ya que muchas veces ves que te puedes comer el mundo, y al siguiente día parece que el mundo os come. A veces este sentimiento de bajón también viene propiciado por que te denieguen el acceso a algún sitio al que ibas antes sin problemas con bastón o cosas así. que te planteas si el ir con perros tiene mas ventajas o mas inconvenientes.
Da bastante cosa cuando pasa las primeras veces, porque no sabes como actuar en esta situación. aunque en la escuela te lo explican día si, día también… Es muy diferente a la hora de vivirlo.
Se me acaba de ocurrir, que sería una buena idea pedir a las escuelas, que incluyesen una clase de rechazo del perro guía, sin que los usuarios lo supiesen. Y en cuanto pasase esa situación, que los instructores se quedasen en un segundo plano para que nosotros resolviésemos la situación.
aunque no se si sería del todo bueno, ya que en esos momentos quizá produce sntimientos de frustración, pero creo que en la escuela a penas se ven normalmente. Yo a penas los tenía, y eso que tenía motivos. Pero cuando llegué a España aparecieron todos de golpe.
también da cosa el salir con el perro y mas gente. Porque si nos los deniegan a nosotros da mas igual, pero si esto pasa cuando vamos con compañía, puede dar mas reparos. Por si molesta, por si provoca incomodidad.
Se me ocurre que si alguien piensa que se debería explicar mas como actuar en esos momentos, con algunos ejemplos, me lo puede comentar, y si ya es usuario de perros guía, me puede explicar sus experiencias, y puedo poner como ejemplo las mías y las suyas.
Bueno, me voy despidiendo ya, que creo que para una entrada es demasiada información. Espero que os haya sido de utilidad. Y que no me haya dispersado mucho, para que sea lo mas comprensible posible.