Después de escribir Notificar efectos secundarios de una medicación pensé que sería una cosa de estas que usas una vez en la vida y te olvidas. Tengo que decir que el formulario está exactamente igual desde que publiqué la entrada en 2024.
Pero resulta que no, que hasta con la medicación que tomo habitualmente también se puede uno llevar sustos. Llevo desde 2021 tomando este nuevo tratamiento para la epilepsia y me ha ido siempre genial hasta hace un tiempo.
Síntomas raros
En un momento determinado empiezo mi caja de pastillas como siempre y a la semana o así empiezo a sentir una tristeza inmensa, un cansancio de estos que te cuesta hasta levantarte.
Sigo tomando las pastillas y la cosa parece que empeora, porque se me empiezan a inflamar los ganglios y me noto el cuerpo como un poco febril pero sin que llegue a subir la temperatura.
Pasa el tiempo y me vuelvo a encontrar como siempre. Así que en un principio no me planteo nada, simplemente pienso que será algún virus que he pillado, que estaba bajo de defensas o algo así.
Cómo descubrí qué me pasaba
Dos meses después me recetan un tratamiento temporal y aprovecho el viaje a la farmacia para sacar el nuevo y las pastillas que tomo cada mes. Allí me ofrecen darme el genérico en vez de la marca que pone en la receta y acepto.
Como todavía me quedaba medicación de la epilepsia, continúo con la caja que tengo abierta pero ya empiezo con el temporal. Al segundo día de estar con este tratamiento temporal, empiezo a notar exactamente los mismos síntomas que describí antes. Pero en esta ocasión todo me viene de golpe y mucho más rápido.
Entonces es en ese momento cuando llego a la conclusión de que es el laboratorio. Antes siempre me daban la medicación del mismo, pero la anterior caja, la del tratamiento temporal y la siguiente que saqué en la farmacia son del nuevo laboratorio que no había probado hasta hacía un par de meses antes.
Así que fui a la farmacia con la medicación de la epilepsia sin abrir para pedir que me la cambiasen. Por suerte lo pudieron hacer porque desde hace relativamente poco tiempo, en la Comunidad Valenciana ya no cortan el cupón aunque sí que lo tachan con un rotulador. Por si tenéis curiosidad aquí os dejo una noticia: este es el gesto que sustituye al de cortar el cupón y pegarlo en la receta
El paso siguiente fue pedir cita en el médico para que me modificase la receta y que anotase en mi historial que el laboratorio me sienta mal. Lo único que hizo en la receta es poner el nombre del medicamento, seguido del laboratorio que sabemos que me va bien. Antes únicamente se incluía el nombre.
A parte de eso, como comenté al principio notifiqué en el formulario este aspecto. Leí después el prospecto y efectivamente esos efectos secundarios se mencionaban como algo muy raro. Se ve que a mi me pasan las cosas excepcionalmente poco comunes. El médico me dijo que podría ser por el excipiente.
Sinceramente, no sé qué abría pasado si llego a tardar más en darme cuenta de esto y esa sensación se alargase en el tiempo.
A la vez que estaba sintiéndome tan hundido, era como que sabía que eso no era una emoción mía, como que sabía que era algo externo. Era como tengo ganas de morirme pero estoy demasiado cansado para matarme.
Así que nada, si notáis cosas raras con vuestra medicación de siempre, fijaos en la caja, a ver si es la misma o es diferente. Y si esa es la situación, podéis pedir cita en el médico o estar atentos en la farmacia para pedir la que mejor os vaya. Recomiendo que os la cambien en la receta, por si alguna vez os la saca alguien o cambiáis de farmacia habitual.
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