Repasando entradas antiguas del blog, me encuentro con una reflexión que hice hará unos 11 años. Llamada: las webs móviles, una alternativa o una obligación.
Era el momento en que las páginas webs metían mucho contenido, que si flash, java… Entre que no había buenas prácticas de accesibilidad y los distintos lenguajes no la aplicaban de base nos veíamos obligados a usar las páginas móviles porque tenían un HTML limpio, sin tanto contenido adicional.
Y es que si una página lleva exclusivamente HTML con muchísima probabilidad el contenido será accesible.
Con la llegada de HTML5 y la eliminación de otros lenguajes, o la incorporación de documentación de accesibilidad en ellos, nos encontramos que actualmente son pocas las alternativas móviles que visito. Diría que la única es la de Facebook. Es curioso como avanzamos sin darnos cuenta.
Los CMS actuales como WordPress y el proyecto AMP han facilitado mucho el crear una página que se adapte a los distintos tamaños de pantalla. Y si vemos algo que no acaba de quedar bien es posible arreglarlo para todas las plataformas a la vez. Al detectar desde qué dispositivo accedemos nos muestran la página más adecuada. Antes teníamos que saber la URL o buscarla previamente. En sus principios podía tener fallos al detectar el dispositivo, pero llevo tiempo viendo que ya no sucede.
Lo más parecido a aquellas webs móviles ahora son las aplicaciones de algunos servicios. Que sí que es cierto que en algunos casos la aplicación es más cómoda. Pero normalmente son accesibles tanto la web como la app.
Y pensar que cuando se acabó la época de Explorer, Firefox, más tarde Chrome… Lo vivía como un drama. Y ahora estoy contentísimo con Edge.
¡Quien sabe como estaremos dentro de diez años!